El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó la “eliminación total” de los cárteles del narcotráfico y las organizaciones criminales transnacionales (OCT), según un memorándum del Departamento de Justicia (DOJ), a cargo de Pam Bondi.
La nueva estrategia, que endurece las medidas contra el crimen organizado, prioriza la imputación de líderes criminales, agiliza los procesos judiciales y refuerza la interdicción de embarcaciones vinculadas al narcotráfico.
La iniciativa contempla acusaciones de terrorismo y otros delitos graves contra los cabecillas del narcotráfico, lo que permitiría aplicar la pena de muerte en determinados casos.
Asimismo, los fiscales ya no requerirán largos procedimientos de aprobación para imputar cargos por crimen organizado o financiamiento ilícito.
El documento detalla que la estrategia dejará de centrarse en arrestos de bajo nivel para golpear directamente a las cúpulas criminales.
Aquellos miembros con papeles secundarios, como transportistas o ayudantes, serán deportados de inmediato si se trata de migrantes sin documentos. Además, Trump evitará extraditar a individuos con roles menores, priorizando a los altos mandos de estas organizaciones.