Un acto desgarrador ocurrió en el municipio de Tultitlán, Estado de México, cuando Lucio N’ fue captado por cámaras de seguridad arrojando a un recién nacido en la vía pública, dentro de una bolsa que llevaba en su mochila. El bebé, indefenso y vulnerable, fue dejado a su suerte en plena calle.
El escándalo fue inmediato. Vecinos y transeúntes alertaron a las autoridades, y en cuestión de horas, el joven fue identificado. En un giro sorprendente, fueron los propios padres del joven, Diana y Lucio, quienes decidieron entregarlo a las autoridades. Según evidencias obtenidas de conversaciones en WhatsApp entre ambos, la madre del bebé, también involucrada en el abandono, había dado su consentimiento para dejar al niño en la calle, contribuyendo al acto.
La madre de Lucio, visiblemente consternada por el acontecimiento, dio a conocer la información en redes sociales, manifestando su horror ante la situación. Aunque tanto Lucio como su madre y padre han sido interrogados por la Fiscalía, el caso aún sigue en proceso, ya que al no haberse cometido el delito en flagrancia, es posible que el joven quede en libertad bajo investigación mientras se integra la carpeta de investigación correspondiente.
El delito que se les imputa es “Omisión de cuidados”, o lo que comúnmente se conoce como abandono de personas, conforme a los artículos 335 al 343 del Código Penal Federal. La ley establece que quien abandone a un niño o a una persona incapaz de cuidarse, y teniendo la obligación de hacerlo, podrá enfrentar una pena de prisión que va de uno a cuatro años, además de la pérdida de la patria potestad si el infractor es ascendiente o tutor del afectado.
Este caso ha generado gran conmoción en la comunidad, cuestionando hasta qué punto los lazos familiares pueden llegar a romperse de manera tan trágica y dejando en evidencia una grave omisión de responsabilidad por parte de los padres del menor. Las autoridades continúan con la investigación para esclarecer los hechos y garantizar que se haga justicia.
