Se tiene previsto que el funeral del pontífice ocurra dentro de tres días. Y, hasta en este aspecto, Franciso marcó la diferencia. Porque si tradicionalmente un funeral papal es algo muy elaborado, el aprobó diversos planes para simplificarlo.
Entre otras cosas, optó po un sencillo ataúd de madera revestido de zinc y abandonó la idea de usar el catafalco, una plataforma elevada para que el ataúd sea exhibido públicamente. En su lugar, solo se mostrará el ataúd, sin tapa.
Además, será el primer Papa en más de un siglo que será enterrado fuera del Vaticano, en la Basílica de Santa María la Mayor.
Tras conocerse la noticia, miles de feligreses comenzaron a reunirse en la Plaza San Pedro para elevar sus oraciones y darle el último adiós al Papa argentino.
La atmósfera en el lugar es de conmoción y tristeza, según cuenta para la BBC Sofia Betizza, quien remarca el gran silencio en la Plaza de San Pedro, solo roto por las campanas de Basilíca anunciando la muerte del Papa.
Incluso, según relató David Ghiglione para la BBC, vio gente llorando en la calle camino a San Pedro para presentar sus respetos al Papa.
“Hablamos con personas de India, Sudáfrica, Dinamarca y otros países que se han reunido aquí; todos han dicho que lo que más extrañarán del Papa es su esfuerzo por lograr una Iglesia católica más inclusiva”, cuenta Betizza.
“Justo ayer estuvo aquí celebrando la misa. Su muerte fue un tanto impactante, así que decidimos venir al Vaticano para mostrar respeto. Habló sobre el matrimonio homosexual, algo muy diferente a lo que dijo el Papa antes”, contó un hombre a la BBC.
“Lo más importante que dejó” fue enseñar a quienes, dentro y fuera de la Iglesia, se dan cuenta de que pueden ayudarse mutuamente”, dijo otro.
