La idea errónea de altos costos y privilegios que ha mantenido la 4T sobre los vuelos privados y de uso exclusivo para mandatarios, no es más que una absurda negativa de eficientar las acciones que un Jefe de Estado o líder nacional, debe y puede tener, pues por eso es Presidente o Presidenta en este caso.
Viene a colación el viaje de la doctora Claudia Sheinbaum a la Cumbre del G7 en Canadá, cuya asistencia está marcada por el traslado en clase comercial de la Presidenta al evento, cuando no es situación menor de seguridad para la líder de los mexicanos.
Es decir, que hasta por estrategia de que el pueblo cuida a sus mandatarios y que no requieren de seguridad, no podemos arriesgarnos a que algo le pase a la Presidenta de México en un avión comercial. Desde el insulto bananero de alguien que no esté de acuerdo con sus acciones, hasta un tema más delicado.
Pero lo peor del caso es que manejan el tema como si se tratara de un privilegio y de clasistas. Ese es el populismo caprichoso de Claudia Sheinbaum, de López Obrador y los seguidores de la 4T, pues en verdad en este país no cualquier persona viaja en un avión, los costos no son del todo accesibles para quien recibe alguna de las becas del Bienestar, pero que creen, son ellos justamente los encargados de “defender” la idea barata de los morenistas.
Y es que, vamos más allá, hasta en el tema de tiempos y descansos para que la Presidenta llegue al evento, es importante hacer uso del Estado Mayor Presidencial, pues para eso fue creado y si es que de verdad lo destruyeron como aseguran, pues debe haber algo en la reciente Guardia Nacional que cubra estas acciones en sus funciones.
Además, imagínense nada más la toma de decisiones que la presidenta puede tener en un viaje como este, de preparación para reunirse con su principal socio comercial (Donald Trump, de Estados Unidos) y ella en un vuelo larguísimo pierde el tiempo; tan así que Trump abandonó la cumbre sin reunirse con la mandataria mexicana y canceló sus encuentros por la situación en Medio Oriente.
Es decir, no resulta eficiente en cuestión de resultados, el populismo con que se manejan los que dicen llamarse creadores del segundo piso de la transformación. Caros e ineficientes, eso también es corrupción.
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