Rosales de nueva cuenta se encuentra en el ojo del huracán por la falta de programas encaminados a la protección y el cuidado de sus derechos.
Ineptitud, desconocimiento, falta de visión, operación sin recursos, llámele como sea y por lo que sea, pero en este momento el gobierno municipal desapareció un proyecto que atendía de manera integral a las mujeres victima de algún tipo de violencia o que se encontraba en situación de riesgo.
Aquella Casa de la Mujer que Marcial Márquez inaugurara con bombo y platillo previo a su tercer y último informe de gobierno, fue desechada por la autoridad actual con apenas unos meses de operación y atención a las mujeres que requerían de un espacio digno para pasar la noche o estar resguardadas ante la situación que vulneraba sus derechos en lo que era “su espacio seguro”.
Con “la intención” de mejorar las áreas de oportunidad y habilitar un espacio más cercano a la mayoría de ellas, simple y sencillamente fue cancelado el lugar que funcionó literalmente, como una casa propia, que contaba con área de descanso, salón para talleres, regadera y baño completo, cocina y comedor; todo con la supervisión y resguardo de la Policía Municipal. Hoy nada de eso existe.
Cabe destacar que si bien es cierto, no se cuenta con un proyecto similar en la región, justo por eso sobresale la cancelación de este proyecto, ya que Rosales en su momento fue pionero en el Estado en habilitar estos centros de cuidado y protección a la mujer. Es decir, nada más se requería de mantener el programa.
Como este tema, en la mayoría del servicio público y el ejercicio gubernamental, Rosales carece de una política encaminada en atender y solucionar problemáticas sociales pero de ser así, entonces ¿Para qué eligió la gente a su gobernante? ¿De qué sirve la función por la que cobran sus trabajadores?
Más que recriminar la crítica deberían entonces de actuar y replantear rumbo al primer informe, el autoanálisis y la posibilidad de un cambio de timón, porque es indiscutible que más allá de los pretextos, algunos no dan el ancho y el pueblo de Rosales merece porque fin un buen gobierno.
