Camargo.- Un caso de abuso de confianza sacudió la comunidad después de que una persona fuera detenida por empeñar un celular que le había sido prestado por un amigo. Según el licenciado Javier Almeida Campos, subjefe del Ministerio Público, la víctima había prestado el teléfono a su amigo para que buscara trabajo, pero este último terminó empeñándolo sin permiso.
Cuando la víctima solicitó la devolución del teléfono, el demandado se negó a entregarlo y mencionó que ya lo había empeñado. La víctima, que aún estaba pagando el teléfono en abonos, solicitó el pago del mismo o la información para recuperarlo, pero no obtuvo respuesta.
Ante la falta de cooperación, la víctima presentó una denuncia por abuso de confianza ante el Ministerio Público. El demandado fue citado a comparecer y se comprometió a pagar una cantidad de dinero para liquidar el teléfono, pero dejó de hacer los pagos y no se presentó a la comparecencia.
Finalmente, se giró una orden de aprehensión y el demandado fue detenido. Sin embargo, una vez tras las rejas, pagó lo que adeudaba y fue puesto en libertad. Este caso resalta la importancia de la confianza y la responsabilidad en las relaciones interpersonales.
