México.- Una intensa tormenta azotó la región de Santa María del Oro, Durango, causando estragos en las calles y arroyos de la ciudad. La lluvia torrencial sorprendió a muchos conductores que habían estacionado sus vehículos en zonas cercanas a los arroyos, resultando en la pérdida de decenas de automóviles arrastrados por la corriente.
La situación fue particularmente crítica debido a la rapidez con la que las calles y arroyos se desbordaron, dejando a muchos sin tiempo para reaccionar. Las familias afectadas están pasando por un momento difícil, y la comunidad se une para brindar apoyo y solidaridad.
Un dicho popular que cobra relevancia en estos momentos es “en tiempos de agua, no se acerque ni cruce los arroyos ni se acerque a sus cauces”, destacando la importancia de la prevención ante fenómenos naturales.
La comunidad de Santa María del Oro y su región se mantiene unida para apoyar a las familias afectadas, esperando que puedan recuperar sus vehículos y volver a la normalidad lo antes posible. Las imágenes compartidas por testigos presenciales reflejan la magnitud del desastre y la necesidad de medidas preventivas en el futuro.