¿Y por qué no? Así podría ser la respuesta de cualquier persona que considere han sido vulnerados sus derechos, aún y que no sea correcto responder una pregunta con otra pregunta.
Estamos en junio, el mes del PRIDE o mejor conocido como “del Orgullo” en la comunidad LGBTIQ+, que la verdad la cantidad de letras podría ser irrelevante, porque no es necesario identificarte con una de estas para poder ser respetado y sin miramientos o juicios.
Sin embargo, estamos en una comunidad que lamentablemente sigue llena de prejuicios y en la que necesitas una etiqueta allá afuera, para que seas identificado.
En Delicias, el pasado fin de semana se llevó a cabo la edición número nueve de la Marcha de la Comunidad LGBTIQ+, que pudo tener más respuesta y salir mejor organizada pero, se llevó con éxito y buenos resultados; participación y presencia de otras ciudades, principalmente de aquellos que siguen en un reclamo diario de libertades y derechos que, siguen siendo señalados por unos cuantos.
Y es que quizá, muchos de ustedes, desde la comodidad de no ser señalados, criticados o discriminados por el simple hecho de cómo se visten, hablan o se conducen en su día a día, ven todo esto desde un privilegio; como si no fuera necesario.
¿Por qué salen y celebran durante todo un mes? Critican
¿Por qué o de qué están orgullosos? Dicen
¿Es necesario el desfiguro y la perversidad en sus vestuarios? Injurian
¿Otra vez? Señalan
Esas son las cuestiones que más argumentan, y déjenme explicar algunos puntos.
De entrada, la posición más estúpida, sin perdón de la palabra, es la que se lee: “Por su culpa no llueve”.
Ojalá tuviera la comunidad LGBTIQ el poder en sus manos para ya haber llenado la presa, créanme que ya lo hubiéramos hecho.
Y es que eso solo muestra la ignorancia y el conservadurismo hipócrita de una sociedad.
Pero ya le respondo. Marchamos porque México y no se diga Chihuahua siguen siendo territorios donde ser una persona gay, lesbiana o trans, es un riesgo inminente; donde tienes ya una probabilidad más alta que el resto de las personas de recibir algún tipo de burla, agresión verbal, violencia física o incluso el homicidio.
Marchamos porque muchas personas de la comunidad ya no están y fueron severamente, maltratadas y ultrajadas.
Marchamos porque sí es un orgullo aceptarse en la identidad a la que perteneces, pues hay quien no lo hace, engañando y lastimando a más personas en sus familias, solo por no poder decir: me identifico como tal o cual.
Marchamos porque debe ser visibilizado el sentir de todas las voces, porque no debe ser un delito vestirte como mejor te sientas cómodo, porque no pasa nada si hoy sales con peluca, bolsa, tacones y labial; si en tus acciones sigues siendo la misma persona ¿En qué momento esto fue importante en la vida de los demás?
Les invito a la reflexión, en Delicias las agresiones y las miradas con juicio quizá es lo más sencillo que se puede observar en la comunidad como un tipo de violencia o agresión a la comunidad; la típica frase “Es que no se te nota que seas gay”, “Que desperdicio”, “Te violaron de chiquito”, “Yo te lo quito”, “Te fue mal en tu relación pasada”… entre tantas otras babosadas, son un tipo de expresiones absurdas e innecesarias que nadie debería decirle a una persona LGBTIQ.
Ser gay no debería ser motivo de plática en un grupo de personas, no te define ni es tu carta de presentación. Esos comentarios pasivo-agresivos no caben en este momento de la vida. Solo les planteo lo siguiente, un mundo al revés:
Imaginemos que la inmensa mayoría de las personas, que el mundo fuera “de los gays”, donde ser hetero fuera lo criticado, pecado, donde estuviera mal, que mereciera todo tipo de señalamientos y agresiones de todo tipo. ¿Qué harían ustedes? ¿Cómo se sentirían?
Algunos quizá, padres conscientes del amor a sus hijxs, les podrán explicar un poco la preocupación con que viven sabiendo que parte de su sangre y carne de su carne, se expone a esto todos los días, en una podría sociedad que importa más una creencia religiosa, que el bienestar de su familia.
Y hago referencia a un padre/madre consciente del amor a sus hijxs, porque también están los que serán juzgados por ese mismo Dios que no se sacan de la boca para golpear o correr de sus casas al hijo/hija que les confiesa sentirse atraído por una persona de su mismo sexo.
Hay muchas reflexiones que se salen del contexto como bibliazos cuando la gente habla de Sodoma y Gomorra; utilizando a Dios para sacar sus frustraciones, cuando la deidad de quien hablan, enseñó como su doctrina: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”, nos dijo que el amor es lo que mueve al mundo y que el único que puede juzgarnos es él mismo.
Aguas con lo que escupen, porque cuando Dios da, da a manos llenas. Y reza un refrán, “lo que no has de querer, en tu casa lo vas a tener.
Gracias por todo.
La información es poder y usted ya está bien informado. Aquí usted, amigo lector, tiene la última palabra.