Chihuahua.- Entre flores frescas, juguetes y globos azules, reposa el cuerpo del pequeño Giovanny, el niño de 8 años cuyo trágico homicidio ha conmovido profundamente a la sociedad chihuahuense. Su tumba, ubicada en el Panteón de Sierra Azul, se ha convertido en un espacio de duelo.
Sobre la tierra que cubre el féretro descansa una cruz de madera pintada de blanco, sencilla pero conmovedora. Ahí está escrito su nombre: Giovanny, en letras negras, junto a las fechas que marcan el breve paso de su vida por este mundo. No hay epitafios largos ni frases elaboradas, pero la sola presencia de su nombre lo dice todo: una vida inocente, brutalmente interrumpida.
Juguetes, flores y recuerdos de infancia
El lugar donde Giovanny fue sepultado está adornado con una bolsa de Sabritas, un carrito de juguete y varios globos azules. Son objetos sencillos que alguna vez lo hicieron sonreír. Hoy, colocados con amor por sus familiares, evocan la infancia que le fue arrebatada.
Decenas de flores blancas rodean la cruz como si quisieran protegerlo. No faltan los juguetes ni los mensajes escritos a mano por quienes lamentan la terrible pérdida y aún no logran entender lo ocurrido.
El caso que estremeció a Chihuahua
Giovanny desapareció el 2 de julio, luego de salir a jugar en su colonia. Su cuerpo fue localizado dos días después en un terreno baldío, al sur de la ciudad. Las investigaciones revelaron que fue víctima de un homicidio agravado con violencia familiar y abuso sexual. El principal sospechoso es su padrastro, quien permanece en prisión preventiva mientras continúa el proceso legal.
La tragedia desató indignación en todo el estado. Colectivos, vecinos y ciudadanos han alzado la voz para exigir justicia, protección para la niñez y castigo ejemplar para los responsables.
El sepulcro de Giovanny es un recordatorio de la urgencia de cuidar a los más pequeños, de no ignorar señales de violencia y de levantar la voz ante el maltrato infantil.
En el silencio del panteón, su tumba destaca no solo por las decoraciones, sino por la presencia constante de quienes lo recuerdan. Cada globo azul, cada flor y cada juguete depositado ahí es una promesa de que su historia no será olvidada.