Ya es viernes, amigo lector, y como de costumbre le traigo el análisis de la política mexicana, para que juntos nos demos cuenta de qué es lo mejor para nuestra sociedad.
Hablando de sociedad, el circo de la 4T cada vez es más grande y, lejos de dar risa, nos llena de coraje y vergüenza. ¿Por qué? Porque los perfiles de Morena tienen dos variantes: gente nueva, sin experiencia, que ni en su casa los conocen, o los mismos mañosos que van brincando de partido en partido. Y todo esto forma la fórmula perfecta para la inseguridad del país, la insuficiencia de los servicios de salud, el silencio a la libertad de expresión… en fin, el verdadero contexto de nuestro México.
Pues resulta y resalta, como de costumbre, que allá en el estado vecino de Coahuila, en Piedras Negras para ser más específico, hay un alcalde de nombre Jacobo Rodríguez, quien en diversas ocasiones se ha visto envuelto en revuelos por sus actitudes y contestaciones hacia los medios de comunicación. Porque, déjeme le cuento, ¡efectivamente acertó! Es morenista y, aparte de usar esos colores guindas que transmiten la tristeza de nuestra actualidad, quiso replicar las mañaneras de nuestra presidenta Claudia Sheinbaum. Sí, ese mismo show de cuarta que hacen bien temprano, donde convocan a los medios y dan datos falsos, que por cierto, ayer la mandataria expuso que el INEGI reportó una reducción de la pobreza en nuestro país y todavía tuvo el descaro de decir que “es un ejemplo de que la transformación de cuarta funciona”. ¿En serio? Pero ese es otro tema… lo que sí le digo es que este teatro es el mismito que le decían al pueblo venezolano hace unos ayeres. Y vea hoy en día cómo terminó ese país.
Volviendo al alcalde de Piedras Negras; dentro de sus ideas —que en su mente sonaban geniales pero le salió el tiro por la culata—, hace unos días propuso hacer antidoping a todos los empleados de su administración. Una reportera pidió la palabra y le preguntó si él daría el ejemplo como primera autoridad. A lo que Rodríguez respondió que se aplicaría el antidoping “a todo el personal”, pero cuando la reportera insistió sobre su caso personal, replicó:
“Nunca vienes a la mañanera y hoy vienes a quererme atacar de esa manera. ¿Qué comportamiento has visto tú en mí para que pienses que yo ando drogado?”.
La reportera explicó que sólo hacía una pregunta, pero el alcalde insistió:
“¿Por qué hiciste esa pregunta? ¿Le preguntaste eso a Norma? (González, exalcaldesa), a Claudio? (Bres Garza, ex alcalde fallecido) ¿A quién más le has preguntado? ¿Le has preguntado a Brígido Moreno (diputado federal de Morena), a Manolo (Jiménez, gobernador), a Memo Ruiz (diputado local del PRI)? ¿Le has preguntado eso también?”.
El punto es que, con esa actitud y sus respuestas, parecía que le movieron el tapete, lo hicieron tragar saliva y no sabía ni qué contestar. De hecho no contestó y pidió que le hicieran otra pregunta alguien más, lo cual a mi parecer yo que soy orgullosamente comunicólogo, es una falta de respeto, incluso si la pregunta la hiciera un ciudadano. Los servidores públicos están para rendir cuentas, reflejar transparencia y dar respuestas claras y con certeza. ¿Será mucho pedir? Para mi no lo es.
Juzguelo usted mismo en los videos que circulan en redes sociales. Horas después salió a enseñar unos análisis clínicos donde, según él, salió negativo. Pero, la verdad, amigo lector, a mí no me sorprendió… y para ser sincero, ni me lo creo. Con las maromas que se avientan estos políticos de cuarta, le creo más a que el documento sea falso pero como se volvio polémica pues tenia que salir a salvar su pellejo, más sencillo hubiera sido contestar con educación y decir “Claro que si con todo el gusto, nos sumamos a estas pruebas yo y los funcionarios de primer nivel” pero no…
¿Qué opina usted, amigo lector? ¿Se las creemos, se las apuntamos… o los mandamos a La Chingada?, allá donde se supone que está el líder de cuarta de este movimiento? Usted dígame.
Nos vemos la próxima semana; como siempre, es un gusto analizar con usted estos temas que destacan día a día. Nos leemos el próximo viernes en Bajo la lupa, para mirar más allá del discurso.
