18.2 C
Delicias
domingo, diciembre 7, 2025

No a la Ley de Aguas

Debes leer

- Publicidad-spot_img

Han sido días difíciles, de esos que se sienten en el estómago, miedo, incertidumbre y coraje. Le hablo, por supuesto, de la famosa Ley de Aguas, esa “genialidad” que el gobierno federal quiere imponer para tener el control absoluto del vital líquido. Sí, así como lo lee: absoluto. Imagine usted ser agricultor y digo imagine por si no lo es, si lo es me va entender perfectamente. Con esta ley tendríamos que sacar un permiso al gobierno federal para el agua que vamos a utilizar en nuestra producción, este permiso se renovaría cada año, dependiente de una firma en la Ciudad de México, donde puede ser aprobado pero al siguiente año no. Quieren controlarnos el agua, pero no pueden ni “controlar” el petróleo, digo es un decir porque vaya que lo controlan a la perfección y a su conveniencia, no se olvide del huachicol fiscal este tema es clave, un motivo más por el cual no podemos permitir el control del vital líquido.

Yo soy de Rosales, nacido en Delicias, con familia en Saucillo, Camargo y hasta en Meoqui. No soy agricultor, ni productor agropecuario, pero tengo familia, amigos y conocidos que sí forman parte de este pilar económico del estado. Aquí todos sabemos —porque lo vivimos— que nuestra región es eminentemente agropecuaria; desde los grandes cultivos hasta las vacas de traspatio. Por eso mismo no podemos permitir que nos quieran vender este control disfrazado de ley.

Ayer por la tarde-noche se armó el revuelo en el Congreso del Estado. Cientos de productores, agricultores y trabajadores del campo se sentaron en una mesa de diálogo con diputados locales y federales para analizar el impacto negativo de esta “ley” que se quiere aprobar. El quinto en tomar el micrófono, en representación de los productores, fue Martín Solís. Arrancó con tono neutro, muy correcto según él. Pero en segundos después cambió el discurso diciendo que estaba “a favor” de los agricultores pero que también tenía unas diferencias. Y ahí empezaron los chiflidos, los gritos, y el ya tradicional “¡traidor!”.
Con justa razón.

Porque no hay que olvidar quién es Martín Solís,  ex director de Fomento Agropecuario en el gobierno de Corral. Sí, eseCorral. Javier Corral Jurado, el gobernador que no tuvo Chihuahua. Ese mero. Uno más de los que se vendieron a Morena para caer parados… y ahora, después del desastre, decide mandar a uno de sus secuaces a “intentar” —y digo intentar por decir algo, porque ni a eso llegó— cambiar la opinión del sector agropecuario con un discursito de cuarta. Literalmente de cuarta… como los que acostumbra la 4T.

No pasaron ni unos minutos cuando tuvieron que pedirle que se retirara, porque ya empezaba el forcejeo para bajarlo del templete. Él, muy digno, comentó que “pensaba que estaba en un espacio plural”. Claro, faltaba su dosis de victimización después del show que armó.

Y aquí es donde yo le pregunto a usted, amigo lector:
Si ya vivimos tiempos difíciles por la escasez de agua —porque nos vaciaron las presas y encima no llovió—, ¿qué cree usted que significaría aprobar la Ley de Aguas para Chihuahua?
Tome en cuenta que somos líderes nacionales en producción de nuez, chile, manzana, cebolla…

Le doy mi respuesta, sería la tumba. La tumba para miles de familias, para negocios enteros y para una parte muy seria de la economía nacional.
Pero a la transformación de cuarta eso no le importa. Ellos buscan poder, autoritarismo y control. Todo muy conveniente para seguir avanzando en la “venezualización” de México.

Gracias por leerme un día más en Bajo la Lupa, donde miramos más allá del discurso, nos leemos el próximo viernes.

- Publicidad-spot_img

Últimas noticias

- Publicidad-spot_img
- Publicidad-spot_img
- Publicidad-spot_img
- Publicidad-spot_img