La aspirante presidencial de la coalición Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez, indicó que el cambio en su arranque de campaña de la Ciudad de México a Guanajuato fue para evitar roces con los seguidores de Morena.
En entrevista, al concluir su gira por Madrid, España, calificó el cambio en su logística como un acto de prudencia, al tiempo que celebró iniciar en la entidad panista.
Afirmó que el estado gobernado por Diego Sinhué ha hecho bien en las cosas, salvo en seguridad, materia en la que el Ejecutivo federal lo ha abandonado.
“Seguramente cambiamos porque la ex Jefa de Gobierno, precandidata oficialista, iba a arrancar en la Ciudad de México y para no generar contratiempo”, comentó.
–¿Evitar enfrentamientos?
“No vale la pena, creo que siempre debe haber prudencia y vamos a arrancar en Guanajuato, que además es un estado muy panista y es un estado que ha hecho bien las cosas, salvo en seguridad. Ahí el gobierno federal los ha abandonado de una manera terrible. Ahí hay un pendiente en materia de seguridad”, comentó.
Respecto a los calificativos del presidente Andrés Manuel López Obrador en su libro, Gracias, Gálvez respondió que no puede ser considerada racista, pues ella fue víctima y lo sufrió en carne propia.
Agregó que desde su paso por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas en el sexenio de Vicente Fox trabajó para eliminar el clasismo en el país.
“El Presidente no me puede tratar de racista porque yo sufrí el racismo. Yo sé en carne propia lo que significa que te discriminen, mucho menos de clasista. Todo mi trabajo al frente de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas fue justamente para terminar con ese clasicismo que hay en nuestro México, que es más clasista que racista, pero sobre todo estas palabras, me parece que no le quedan al Presidente”, dijo.
